El comercio de proximidad son todas aquellos negocios que viven en tu barrio, ciudad o pueblo desde hace muchos años, que venden productos de calidad y que son cultivados en el territorio, ya sea cultivado por payeses de la zona o empresas locales. El comercio de proximidad no es un supermercado o una gran superficie y esto nos resulta, muchas veces, un inconveniente a la hora de ser prácticos en nuestra compra mensual. Pero para ver este inconveniente como una ventaja, es necesario replantear el enfoque.
Si apuestas por el comercio de proximidad, apuestas también por los productos de temporada de tu territorio, apuestas por los trabajadores locales, apuestas por tu barrio, ciudad o pueblo y apuestas por productos de calidad, fomentando la economía local. Además, te permite callejear y conocer nuevos comercios que antes desconocías y elegir dónde comprar cada producto, observando toda la oferta que tienes a tu alrededor.
El comercio de proximidad te ofrece una atención personalizada, donde el dueño del local puede aconsejarte, resolver dudas, explicarte recetas para hacer con sus productos y se crea un vínculo social, del que no dispondrás en un supermercado. Además, contribuyes a reducir la contaminación ambiental, porque los productos no tienen que desplazarse del extranjero, porque son todos del mismo territorio donde los estas comprando.